Este verano fue una gran experiencia volver a Baja California, esta vez a La Paz, en Baja California Sur.
Desde que llegamos al aeropuerto las altas temperaturas se hicieron sentir, el sol poderoso estaría presente para acompañarnos en toda nuestra vacación, lo que nos permitió darnos unos extensos baños de mar.
El agua transparente, turquesa, en contraste con lo árido del lugar es el toque diferente a estas playas rodeadas de cactus. Los cardúmenes de peces pequeños, plateados en su mayoría, conviven próximos a la orilla y facilitan disfrutar el snorkel entre las rocas de las bahías.
Mucha oferta para realizar actividades acuáticas, desde kayac, jet sky hasta paseos en lanchas o exclusivos veleros o yachts.
Puedes pasar horas en un mar no tan profundo, apto para toda la familia.
Varias playas, de ambiente familiar, para disfrutar, como el Tesoro, Tecolote, Coromuel y más alejada el Saltito, lo cual nos obliga a salir cada día a un programa diferente.
La estrella es Balandra, una playa que te hará sentir en el paraíso. Su arena blanca, dorada y fina, contrasta con el los azules del mar, que van del turquesa al azul marino y la piedra rocosa que la rodea. Es parte de una zona natural protegida, donde la flora y la fauna son su mayor tesoro. Existen cupos para visitarla, que se habilitan dos veces al día. El Hongo de Balandra es un clásico de la playa, que será ideal para retratarlo y guardarlo como sello de este, uno de los mejores sitios del mundo, en el Mar de Cortes.
Estas playas fueron reconocidas por Jacques Ives Cousteau como “el acuario más grande del mundo”. En ellas podrás realizar actividades acuáticas, esnorkelear entre las rocas y disfrutar de un mar bajo, tranquilo.
Ideal para el descanso, La Paz no decepciona. Ofrece una amplia oferta gastronómica, una cocina de mar, sabrosa y riquísima Su malecón, para unas caminatas, paseos en bici o rollers, es un escenario ideal para disfrutar la puesta del sol.
¡Volvería a elegirlo seguramente! El paisaje, distinto, las montañas desérticas, pobladas de cactus, frente a un mar turquesa, lo hace único.
Es un lugar mágico sin dudas. Que lindo recordarlo con tu relato!