Uno de mis lugares preferidos para visitar con mis grupos y conocidos es la Secretaría de Educación Pública. En sus murales siento que Rivera llevó la mexicanidad a su máximo esplendor.
El maestro fue invitado por Vasconcelos, Secretario de Educación, a pintar estos muros. Después de 10 largos años de revolución se buscaba que con la obra muralista, el pueblo logre unirse y alcance una identidad cultural.
El pintor, llegado de Europa en 1921, realizó La Creación en el Anfiteatro de la Escuela Nacional Preparatoria y de ahí pasará los casi 6 años siguientes pintando en la Secretaría más de 1600 metros cuadrados, distribuidos en tres plantas y dos patios, El Patio del Trabajo y el Patio de las Fiestas.
Antes de comenzar su trabajo, recorrió el país en busca de material. Era su deseo reflejar a su pueblo lo mas fiel a la realidad.
Recién casado con Lupe Marín, padre de dos niñas, dicen que Rivera vendía los bocetos de los murales para hacerse de dinero que le permitiera sobrevivir, ya que en aquella época cobraba por su obra como un obrero de brocha gorda.
Junto con un equipo de jóvenes, Charlot, de la Cueva y Guerrero pintó escenas de festividades, costumbres y tradiciones y a los trabajadores en sus tareas, retratando el México indígena y el de la ciudad.
En el Patio de las Festividades destacan La Fiesta del Maíz, Día de Muertos, donde su figura se pierde junto a sus musas en la multitud y Santa Anita.
En el Patio del Trabajo, Los Mineros, La Liberación del Peón y La Maestra Rural, tan reales como cotidianas.
Dicen que Lupe le llevaba a diario su comida, para que se detuviera y descansara bajo el andamio. Diego era un pintor incansable y siempre pedía opinión sobre la obra a su mujer. Consejo que le valió hasta el último de sus días, aun cuando ya no eran pareja.
Será en esos patios, donde Frida se presentó para que el maestro le diera su parecer sobre su futuro artístico. A Rivera le gustó el trabajo de esta jovencita y prometió ir a su casa de Coyoacán para apreciar la obra. Y así fue, cumplió y se enamoró también.
En el primer piso están los escudos federales y alegorías del trabajo científico e intelectual.
En el cubo de la escalera un autorretrato, con su sombrero, según una foto que le había tomado Weston, en una visita que le hizo junto a su hijo. Aquel día, el pequeño Weston se había sorprendido porque el maestro portaba un arma y dijo que nunca había visto a alguien tan simpático y de linda sonrisa que cuidara así sus pinturas.
En el segundo piso, la obra está más politizada y pinta la Revolución Proletaria y la Agraria.
Un corrido une los distintos tableros y Frida queda inmortalizada junto a Siqueiros, Modotti y Mella abriendo la revolución proletaria. Activista y crítico puebla los tableros con escenas en contra del capitalismo.
Aparece Zapata como el abanderado de la distribución de las tierras.
Un Apolo será testigo de la alianza entre los obreros y campesinos que encabezarán la lucha armada.
Un lugar donde Rivera se luce como lo que fue, un Maestro que retrató la mexicanidad, para hacerla inmortal.
Otro paseo imperdible de CDMX! Excelente relato Alice como siempre!!
Qué grande Rivera para plasmar su México! !
Y qué lindo describes su obra Alice! !
¡Qué hermoso lugar! ¡Gracias,Ali!
Que prolifica y maravillosa la obra de Diego Rivera..
Gracias Alicia...besos desde tu Inriville natal...
De los lugares más hermosos para visitar por el centro de la CDMX! Y aún más lindo el paseo de la mano de #experimentacultura❤️