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Una escapada familiar al Norte de México

  • Foto del escritor: Alicia Pellegrini
    Alicia Pellegrini
  • 24 mar
  • 2 Min. de lectura
Monterrey, NL .Cerro de la Silla
Monterrey, NL .Cerro de la Silla

Conocer Monterrey, en el Estado de Nuevo León, era un pendiente para mi familia. El pasado puente nos decidimos y visitamos esta hermosa ciudad de gran importancia en la economía nacional, por ser un polo industrial, comercial y educativo.

Nuestro viaje tenía otros intereses y por ellos disfrutamos de sus atracciones, su gastronomía y de un bonito pueblo mágico cercano a la gran ciudad.


El primer día recorrimos la Macroplaza, la Catedral, el Museo de Arte Contemporáneo, MARCO, y realizamos un paseo de gran belleza y arte por el Parque la Fundidora y el Paseo Santa Lucía.

La Macroplaza es una amplia zona verde donde se encuentra el Museo de Arte y la Torre del Faro de Comercio, obra atribuida a Luis Barragán, construida en 1984 por el arquitecto Raúl Ferrara para celebrar los primeros 100 años de la Cámara de Comercio de la ciudad.








El MARCO, Museo de Arte Contemporáneo, fue inaugurado en 1991, se encuentra frente a la Plaza principal y es obra del arquitecto mexicano Ricardo Legorreta. En la entrada se encuentra La Paloma, del artista Juan Soriano. Es una escultura de bronce de 6 metros de alto y 4 toneladas de peso. Museo de gran reconocimiento nacional e internacional donde se presentan exposiciones permanentes y temporales.



El Parque La Fundidora se encuentra en los terrenos que ocupó la Compañía Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey de 1900 a 1986. El Paseo Santa Lucia es un canal artificial, que fue inaugurado en 2007. El canal conecta la Macroplaza con el parque y se navega en pequeños botes turísticos que cubren el recorrido, rodeados de varias propuestas arquitectónicas y artísticas. Sobresale la escultura del Maestro oaxaqueño Francisco Toledo, los murales de Gerardo Cantú y Guillermo Ceniceros.




Desde San Pedro Garza García, una localidad próxima a Monterrey, donde nos alojamos, disfrutamos las vistas al Cerro de la Silla, así como sus tiendas, restaurantes de cocina local, con sus comidas típicas: los cabritos, la machaca y carnes asadas y cocina internacional.


El Cerro de la Silla constituye un icono de la ciudad y es símbolo para los regiomontanos. Así se lo nombró por su semejanza con una silla ecuestre.


Desde el Mirador de Santiago
Desde el Mirador de Santiago


Segundo día fuimos al pueblo de Santiago, a unos escasos kilómetros de la ciudad. Un bonito sitio próximo a la Presa la Boca y a la Cascada Cola de Caballo. En el pueblo sobresale la Parroquia de Santiago Apóstol, no faltan las artesanías y los restaurantes de comida mexicana.





Un mirador cercano a la iglesia, con tianguis , nos permite disfrutar de las vistas al lago de la represa, donde se realizan actividades acuáticas.





Para terminar, en nuestro último día, una caminata por el Cerro Chipinque. La montaña forma parte de la Sierra Madre Oriental y del Parque Nacional Cumbres de Monterrey.

Ya cuando nos damos cuenta los días volaron y estamos listos para el regreso a la CDMX.

Un finde de disfrute en la gran ciudad norteña , donde combinamos el ritmo citadino con la tranquilidad de los espacios naturales.




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